viernes, agosto 12, 2005

Ya... resulta que el muy negro Montes me manda la dirección de su blog donde había una lindísima despedida a su abuela y yo, para poder dejarle un saludito, tuve que crear esto... no se lo qué saldrá... encima estoy ocupando un computador que está en su totalidad en alemán.
Qué cosas aquellas en las que uno se embarca sin siquiera saber que lo pensó alguna vez...

Quiero profundizar, ya que parece que puedo, en este asunto tan tremendamente particular que es el frío.

Estoy en Conce, para contextualizar, y peor aún estoy un tanto obsesionada con un tal Nick Cave, por lo cual el frío me ha taladrado los huesos y la lluvia a entrado en mis botas con mucha más facilidad que si estuviera en el Valle del Elqui escuchando Bob Marley (puaj! por cierto).

Estoy en esta ciudad, con la cual mantengo una bastante larga relación, muy a pesar mío, en la cual ella se ríe de mi cada vez que vuelvo a mencionar que nuestra relación es a pesar mío. En esta ciudad comenzaron tantas etapas de mi vida que ya ni sé si vale la pena repasar... también es aquí precisamente donde he preferido venir a enterrar otras etapas de Patricias cada vez más locas y extraviadas que en busca de un calentito lugar para pasar las penas, y sólo se han encontrado con el frío ridículo del sur... cerca del mar.

Resulta que no recordaba tanto frío en el Conce de mis pesares. He tenido que recurrir a las más absurdas estrategias para capearlo. Procedo a enumerar:

- Pantys (como de abuelita) bajo los jeans.

- Por supuesto que las faldas están fuera de mi sistema.

- Botas de ski. Sí, botas de ski. Bastante calentitas y recomendables, salvo para los lugares previamente temperados ya que en este caso las "patas se ponen caldúas".

- Parka a lo J.Lo. Esas con un gorro gigante y peludito. Recomendación que vino de mi, muy fashion, hermana menor.

- Scalda Sono. Warning: En caso de llegar a la casa un poco o muy borracha y muerta de frío, dejarlo en el nivel 1. Si no lo hace corre el riesgo de despertar completamente mojada, electrocutada y con la pieza oliendo (hediendo) a muerto junto con el característico olor a bodega que tanto desespera a las madres.

- Esto es un poco embarazoso, pero debo reconocer que he llegado a usar algodones dentro del sostén para proteger mis sensibles pezones. Sí señor, a las niñas nos duelen las tetas con el frío.

- Pantalón térmico e impermeable. Para las que carecemos de retaguardia, puedo decir que con esta extrema prenda de vestir, he percibido ciertas miradas dirigidas hacia donde la naturaleza quizo que no hubiese nada.

- Prescindir o mejor dicho "huir" de las duchas matutinas. Hay ciertos locos que dicen que una buena ducha calentita en la mañana es lo mejor para pasar el frío durante el resto del día. Como yo soy una mujer sensata, trato de levantar mi humanidad a una hora razonable, tipo 12 del día mínimo y la ducha la dejo en el caso de salir al encuentro de algún galán o compromiso social de embergadura, tipo chupar con las excompañeras (cosa que tampoco hago).

- Vino navegado. Uno de los mejores recuerdos que tengo de mis días de universitaria penquista. Sobre todo cuando era completamente necesario para pasar, junto con el frío, el sabor asqueroso a vinagre que tenía el vino que tomábamos por esos tiempos... Se acuerdan?... Lo que hace la falta de lucas!!! En todo caso, de haber tenido más lucas, las hubiésemos gastado en más vino malo.

- Bueno, de más está hablar de todo tipo de calefacción... estufas (a leña, a gas, eléctricas), braceros (con harto cuidado), fogatas guitarreadas (con más cuidado), chimeneas (si es que se puede) y la muy pituca calefacción central (harto cara).

Mi preferida es la que voy a ocupar en el preciso instante en que termine de escribir estas tonteras. Me voy a sacar toda la ropa y me voy a meter a la cama con el chico que quiero. A él no le importa que yo tenga los pies fríos y los cachetes helados. Èl duerme, es cierto, pero aunque despertara, yo se que me abrazaría bien fuerte, me putearía un poquito por haberme quedado hasta tan tarde y luego frotaría sus pies con los míos hasta que me durmiera... o hasta que despertara del todo.

1 Comentarios:

A la/s miércoles, agosto 17, 2005 10:02:00 p. m., Blogger Ixbalanqué dijo...

jejej
Interesante.... quizás te sorprenda que un completo desconocido (creo) se introduzca en escenas tan internas física y geográficamente... asi como desde imaginar la fria ciudad nos describes la casa, la bota, el algodón..

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal