miércoles, octubre 19, 2011


En un juego de gato pienso en tu pelo alborotado.
Dos japoneses intentan ganarme entre risas estrepitosas y whisky.
Dos chicas menunas ganas la partida.
Una de pelo muy rojo y otra de piernas muy largas.
Los ojos de los hombres se estiran interminables hacia la madrugada deshecha.
El juego no quiere terminar para mi.
Espero nuestra cita a las dos.

miércoles, agosto 13, 2008


That Old Feeling
(para un desdientado Chet Baker)

Quizá no miraba el piso
Quizá miraba la pelusa bajo la pata izquierda de la silla
Quizá miraba mi tobillo
O las suelas de mis zapatillas
Quizá no sabía qué decir.

Quizá el sol de cómodo fondo
Quizá el negro de su traje
Quizá la mancha tierna
O la corbata a una cuadra de la felicidad
Quizá yo deseaba demasiado su pelo.

Quizá su boca cerca de la heladera me hizo desear

Esos veranos sedientos de golosinas hechas en casa.

Quizá nos olvidamos de los chicos

Cuando ese viejo sentimiento sigue en nuestra guata.

lunes, febrero 25, 2008


MANILLAS DE BRONCE

Querido,


Las manillas de mi casa son de bronce

Recuerdas?

Redondas, clásicas, relucientes casi.


Manos y manos han tocado esas varitas mágicas

Ellas han dado paso a corredores oscuros,

A habitaciones verdes.


Antiguamente,

Las manos de un hombre doliente tocaban esas manillas

Mientras su mujer gravemente enferma

Reposaba en la habitación amarilla.


Antiguamente,

Las manos de un niño tocaban una a una esas manillas

Buscando sin fruto

El último juguete de acción que poseía.


Antiguamente,

Las manos de una mujer tocaban esas manillas

Para aprestar camas y baúles

En la ingrata espera de alguien que nunca llegaba.


Querido,


En la habitación verde toqué tu espalda

Espero que el penetrante olor del bronce

No haya traspasado tu cálida piel


Lo que no aseguro

Es que aquellas manos todas

Incluyendo las mías

Abandonen alguna vez las curva de tus pliegues.

martes, febrero 12, 2008


LOS PIES DE ANITA

Los dedos largos
La pata grande, mejor dicho
La pisada eterna
Su pie calze lo que calze me calza
Los pies de Anita no son otra cosa sino
Sus raíces
Soy una de ellas una de esas culebreras,
Una de esas bien crespas.

Los pies de Anita son del empeine elegante
Aunque tenga callitos
Aunque los bototos los cubran
Anita tiene los pies de Anita
Un pie bañado de ríos y Rius
Un pie inquieto
Un pie que puede entrar en lava ardiente
Anita calza los horizontes.

Anita de a uno pisa los cerros
Las playas
Las veredas
Anita no pisa, sino que tienta
El suelo, la nube
Y si usa tacos suporte se alarga aún más
Un trazo de amores parte de sus
Tacones que se alzan hasta el sol.

Y si las converse le sudan los pies a Anita
Ella baila
Ella gime
Ella goza
Sus pies dorados rodean un niño
Un hombre
Un camino
Un Hada, Anita de pies deslcazos.

lunes, enero 21, 2008



SEMELE

Te veo dormir y me pareces un sueño
Un sueño en el que eres un dios romano reposando
Sobre un césped muy verde como almohada.

Me dan ganas de perturbarte
Moverte a fuerza de gritos
Herirte con la mayor de las herejías.

Palpita en tu rostro de estrella
La inconsciencia de lo hermoso de tu ser
y quiero escupirtelo a la cara.

Pero todo te envuelve una nube sagrada
Que sobrecoge a todo el que quiera acercarse
Tu hombro reluce y me ciega.

Un viento dulce apenas toca tus cabellos molesto despiertas
La modorra y tu alboroto hacen que quemes
Dos o tres pastizales a la redonda.

Perezoso levantas tu cadera ardiente hacia el sol
Que parece tu siervo
Bostezas con grandeza de león y adviertes mi presencia.

Tal como Semele, perezco bajo tu esplendor.


domingo, enero 06, 2008

LA BOHEMIA

Las cosas son así.
Uno quiere o no quiere.
O lo quiere todo.
Yo soy de las personas que lo quieren todo.
Sin reparos,
Sin culpas,
Sin remordimientos,
Sin ni una weá.
La verdad es que nada me importa.

No se confunda, mi amigo.
Soy tremendamente apasionada.
Me gusta al chancho,
A raudales,
Con resaca
Con réplica
Todo en exceso
Hasta la pena.

Y si me dice
“hasta aquí llegamos”
“no me toque aquí”
Yo voy,
Le toco ahí y me mando cambiar con uno
Que le encaaaaaaante el por ahí.
O el por allá.

Me da lo mismo, amigo mío.
Guárdese las explicaciones
Yo no tengo ni una.
Las cosas son o no son ricas
Si no lo son…
déme una buena razón para quedarme
Le juro que me quedo

No se extrañe
No me llame “hombre”
Soy una chica
Tengo claras algunas cosas
Si le gustan las lesas
Venga, me hago la lesa.
Pero no crea
Ni por un minuto que lo soy.
Jamás.

martes, diciembre 11, 2007


En Prenda

La Prenda era una polera negra.
Como se dice, escote en V.
Una Prenda fácil y antojadiza por las mañanas en que uno sale rápido.
Ni la prenda que más me favorecía, ni la prenda con historia.
La Prenda era sólo una polera negra escote en V.

Haciendo un flashback podríamos decir que la Prenda me la saqué yo misma.
Que la noche fue plácida.
Que mi cara proyectaba una película franca.
Que las caricias fueron precisas.
Que el calor era acogedor y que se agradecía.

La Prenda quedó olvidada a un lado de la cama.
Quizá al lado de la cama o a los pies o a la cabecera.
Nunca importó dónde estaba; la olvidé y me encantó olvidarla.
Lo relevante es que luego de eso nos fuimos a negro.
Pero el negro fue dulce.

Unas cervezas desafortunadas.
La caminata tembleque.
La vuelta a la escena del crimen un tanto triste.
Veo… la Prenda sobre el respaldo de la silla.

La tomo y ,al salir, el negro ahora ya no es tan dulce.